jueves, 3 de mayo de 2007

MENSAJE A LOS TRABAJADORES DEL PERU

En este Primero de Mayo, Día del Trabajador, quiero enviar mi saludo fraterno a los hombres y mujeres anónimos que contribuyen con su esfuerzo cotidiano al engrandecimiento del país. Tengo la absoluta convicción de que no es posible forjar un mejor destino para nuestra patria sin la formulación de políticas de largo aliento que promuevan la generación de empleos dignos y bien remunerados, que exalten la dignidad de las personas.

Todas las agrupaciones políticas democráticas deben formular un compromiso permanente para coincidir en la necesidad de diseñar y aplicar estrategias consensuadas de lucha contra la pobreza, sin expresiones subalternas de ninguna índole. Estamos en la obligación de construir plataformas que permitan arrancar de la pobreza a tantos compatriotas nuestros, que apenas sobreviven a duras penas.

El Perú no puede ser nuestro si no somos capaces de abandonar nuestras propias parcelas de certezas y, en su lugar, generar un diálogo que incluya la voz de los desposeídos, para que estos también compartan con nosotros los beneficios de la modernidad. Necesitamos dar la mano a todos aquellos que están lejos de nuestro alcance y, si es necesario, debemos esperarlos hasta que puedan caminar junto a todos. Nadie puede quedar excluido. Ese es el reto de nuestra generación, la promesa que hoy le debemos al Perú de nuestros hijos.

En ese compromiso, siempre contarán conmigo.

Y ese ha sido precisamente el mensaje que he llevado por tres continentes, ante distintos auditorios académicos y empresariales. Soy un soldado en la lucha contra la pobreza. Y aún tenemos enormes batallas que librar. Todos tenemos un lugar en esta lucha.

Espero compartir pronto con ustedes estas y otras reflexiones que me acompañaron durante mi gira académica.

Pero hoy, celebremos esta fecha, rindiendo homenaje a los grandes luchadores sociales que conquistaron mejores condiciones de vida para los trabajadores. Generemos riqueza, y no distribuyamos jamás pobreza entre nuestros compatriotas.

Fraternalmente,





Alejandro Toledo

No hay comentarios.: