miércoles, 10 de enero de 2007

La defensa de los derechos humanos es un derecho que nos pertenece a todos

Hola,

En primer lugar, permítanme compartir con la familia, colegas y amigos del periodista Jaime Rázuri, el júbilo enorme por su liberación. Jaime se encuentra desde esta noche en Perú, después de padecer una verdadera pesadilla tras su secuestro en Gaza.

Creo que este lamentable episodio –hoy felizmente superado- nos enseña que la solidaridad unánime en la denuncia contra la violación de los derechos humanos, siempre logra sus frutos y permite derrotar política y moralmente a sus violadores y perpetradores. Quiero reconocer asimismo el coraje y serenidad de la madre de Jaime, que supo mantener la esperanza viva, siempre. Y eso es exactamente lo que debemos pedirle al pueblo peruano: que jamás pierda la esperanza, a pesar de que muchos quisieran arrebatarnos esa luz que siempre debió y debe estar activa.

Quiero aprovechar también esta ocasión para agradecer la generosidad de los miles de oyentes de Radio Programas del Perú por haberme elegido como “Personaje del Año”, tras una encuesta radial nacional celebrada durante el mes de diciembre del 2006. Yo soy un humilde ciudadano de a pie, que siempre estará dispuesto a fajarse por la democracia, los derechos humanos, el bienestar social y económico de todos los peruanos. Siempre seré el primero en denunciar el racismo, la intolerancia y la arbitrariedad, venga de donde venga.

También quiero agradecer a los miles de peruanas y peruanos anónimos, que desde distintas partes del Perú me han abrumado con su aliento en sus cartas de respuesta a esta correspondencia que he iniciado con el pueblo peruano, cartas escritas desde un país al cual no pertenezco, pero con el cual me unen por el momento obligaciones profesionales. Muchas cartas ya las he respondido, pero trataré de contestarlas todas, tan pronto el tiempo me lo permita.

Y a todos aquellos que están interesados en crear una comunidad para el diálogo, los invito a que dejen sus opiniones en este espacio, libremente.


Espero que siempre nos mantengamos en contacto.

Atentamente,

Alejandro Toledo